lunes, 18 de febrero de 2008

POZOS...DE KUBRICK

(NOTA: Este post se autodestruirá en unos días)
Esa primera media hora sin apenas diálogo, traduciendo visualmente la fundación mítica del negocio del petróleo en Norteamérica; esa mano alzada cubierta de crudo; esos primeros planos fijos; esa esquizofrénica y a veces incomprensible involución espiritual del protagonista; esa banda sonora tan peculiar; esa escena en la playa; esa atmósfera en la mansión del final; esos zooms inversos... ¿Dónde los he visto antes?. Sí, Kubrick resucitó. A ratitos, pero resucitó, que no es poco. Decía Borges que el plagio es lícito si va seguido del asesinato. Desde luego, Paul Thomas Anderson, no “asesina” a Kubrick, pero llega a poner las manos en sus tobillos, y eso son palabras mayores. Además, creo que el “plagio” es más tolerable en el cine que en la literatura. ¿La película? Creo que el metraje la hace descender de obra maestra a buena película; Daniel Day-Lewis la eleva de buena película a gran película, y ahí se me queda definitivamente. Esos metrajes son bien digeridos en películas de corte épico; las dramáticas sufren más los excesos, porque la intensidad necesaria en este género termina diluyéndose.
Respecto a sus posibilidades en los Oscars de este año, voto por ella. Al fin y al cabo, regalarnos de nuevo esencias del maestro...bien merece un Oscar su director. Aunque seguramente los Coen serán premiados por su pestiñazo (hasta el título es horroroso). Acaso no sepa el Monstruo de las Galletas, amante de las estadísticas cinematográficas, que los Coen forman parte del selecto club de personas que han logrado cuatro candidaturas a los Oscars en diferentes categorías a lo largo de su trayectoria; completan la lista fulanos de la talla de Walt Disney, Stanley Kubrick, Warren Beatty y Kenneth Branagh. Esto pasa en los Oscars muy a menudo: premiar obras menores para compensar “descuidos” pasados; así, afrenta reparada y a otra cosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido .......
Se le echaba de menos por estos lares. Tras leer el desaparecido post sobre 2001 y éste me alegra comprobar que entre las firmas de este post se encuentra un ardiente admirador del maestro Kubrick.
De acuerdo con su teoría de los "toques kubrik", pero teniendo en cuenta los descuidos en cuanto a metraje y coherencia de guión (el episodio del hermano del protagonista desentona e incluso saca a la película de su linea argumental)no sé si sentirme feliz en reconocer "el homenaje al maestro" o lamentar que se "plagien" aspectos y referencias técnicas de sus obras en una película que, de no ser por Daniel DayLewis carecería de interés.
Por favor, no nos prive de sus post, no los elimine. Tantas "galletas" empalagan
Gracias

Anónimo dijo...

Estimado Paramecio:

En un primer momento yo pensaba como usted. Nada más salir del cine creí que lo idóneo sería eliminar del montaje final la historia del hermano, por lo que tiene de morosa e intrascendente. Luego, cuando reposé la película, depuré mi error inicial. La historia del hermano debe mantenerse, esencialmente, por tres motivos que la sustentan:
1.- Le da coherencia al concepto de empresa "familiar" que tiene fuertemente arraigado el protagonista; en esta dirección, releva a la historia del hijo, una vez que éste queda "inválido" a los ojos de su padre para dirigir la empresa.
2.- Refuerza el desprecio que terminaremos sintiendo por el protagonista, a nivel humano, y nos acerca emocionalmete al hijo (cuando Daniel Day-Lewis descubre el diario queda justificada la acción del hijo de prender fuego)
3.-La humillación que el protagonista recibe en la Iglesia (paralela a la que finalmente recibirá el predicador en la mansión)tiene como base argumental el crimen del hermano: crimen-humillación y redención del protagonista, en tono dostoievskano, hacen necesaria la presencia de un leit motiv que encarna en este caso el hermano del protagonista.

En cuanto a las "galletas" del Monstruo, me parecen dulces, integrales y altamente digestivas.

Saludos.