miércoles, 27 de febrero de 2008

DE TODO UN POCO (I)

¡¡Se me acumula el trabajo!!
Entre una cosa y otra he ido dejando de lado mi opinión de una serie de películas que no quisiera dejar en el olvido. Aquí va mi opinión-express:
JOHN RAMBO: El primer acercamiento fue la sexta parte de Rocky, y ese epílogo sobre la vida del otrora campeón del mundo nos dejó un buen sabor de boca. La llegada de la cuarta de Rambo era cuestión de tiempo. La humedad del medio en el que vive nos muestra al veterano bastante hinchado, igual de parco en palabras y con la cinta en el pelo. Pero, a la hora de la verdad, vemos cómo nada ha cambiado en estos años: utiliza el arco mejor que Robin Hood, el cuchillo (en esta ocasión más espada que cuchillo) como Indiana Jones en la selva, y la metralleta como él sólo sabe. En la hora y media de película, Stallone no engaña a nadie y nos vuelve a enseñar una violencia que mezcla la de las partes anteriores (la típica de la era Reagan: tiros y explosiones a mansalva, chinos que salen de debajo de las piedras y que mueren a las primeras de cambio) con la actual (sangre y miembros amputados, imágenes explícitas de cuerpos que estallan) Para unos: "más de lo mismo", para otros: "los viejos vaqueros nunca mueren". No traiciona el recuerdo de las anteriores y nos vuelve a demostrar que en el cine de acción "cualquier personaje pasado fue mejor". Sólo se echó de menos la ausencia del (fallecido) teniente Trautman.
EXPIACIÓN: Después de haberla visto... he de decir que no sé si me gustó o no. Un final muy bonito y una buena banda sonora (el juego que le saca al sonido de la máquina de escribir es excelente) Pero, por lo demás... esa triste sensación de "deja vu" inunda el resto del metraje en una cinta donde, Keira Knightley es más secundaria que Bardem en "No es país para viejos". Los tres personajes son tan centrales, que ninguno protagoniza la película. Sin grandes actuaciones, sin grandes motivaciones, sin una gran historia, pero con una dirección que intenta, a través del montaje, que el barco no se hunda. Sólo la toma de la playa merece la pena. Por lo demás... agua.
JUMPER: Ya está programada la segunda parte, y amenazan con trilogía. Sí, amenazan. La cuesta abajo que Doug Liman (el director) comenzó con "Sr. y sra. Smith" continúa con esta obra en la que, más a modo de videoclip que de película de acción, pretende mostrarnos el "universo paralelo" de unos mutantes que huyen de sus perseguidores de forma paralela a nuestras vidas, sin que nos demos cuenta. ¿De qué me suena? ¿Quizás de los comics de superhéroes? ¿quizás de la persecución mutante de los xmen por parte de los centinelas? Y es que, hasta el poder de teletransportarse lo tienen personajes como Kurt Wagner, perdón, "Rondador Nocturno". Todo muy rápido, sin explicaciones, apenas rozando las motivaciones de los personajes (aunque, claro, con el papel que hizo el protagonista en la Guerra de las Galaxias, como para hacerle interpretar aquí) Todo corriendo, a las prisas, en una película en la que, además de los personajes, desaparece el argumento (...y no aparece en todo el metraje)

lunes, 25 de febrero de 2008

AND THE OSCAR GOES TO... zzzzzzzzzzzzzzz

Sosa, sosa y sin fundamento.
Así se podría resumir la ceremonia de los Oscars de este año. Un evento al que faltaron el ingenio, la intriga y las sorpresas.
El ingenio: porque el 80 aniversario apenas se saldó con unos montajitos de imágenes de actores y actrices premiados durante estos años (estás y el clásico obituario, únicas referencias a los clásicos) El director de la ceremonia apenas se lució, limitándose a dos o tres chistes (la versatilidad de Kate Blanchett y los embarazos) y a promocionar el iPhone y la Wii (sólo faltaba el cartel de “publicidad” en el margen superior de la pantalla) Como si los guionistas siguiesen en huelga.
La intriga: quitando el premio a los efectos especiales (...¡¡¡a "La brújula dorada"!!!), o los premios estaban cantados, o carecían del más mínimo morbo o interés (valga el ejemplo de la actriz secundaria, ¿realmente importaba quién tenía más o menos posibilidades?) Una ceremonia sin grandes películas victoriosas, (sólo hay que ver que “El Ultimátum de Bourne” es la segunda más premiada con 3 estatuillas frente a “No es país para viejos” con 4), muy repartida y con el único interés de ver el agradecimiento de Bardem (porque, si el premio no estaba cantado, al verlo en primera fila y oír al presentador referirse a él, pocas dudas quedaban)
Las sorpresas: Ninguna. Ninguna aparición estelar, los actores que siempre van y siempre presentan (…fueron y presentaron) Ganó Bardem, ganó Day–Lewis, ganó la Marion Cotillard, ganaron los Cohen, se volvió a protestar por la guerra de Irak, se aludió (de pasada) a la huelga de guionistas, se cumplió con la minoría étnica: presentaron premios Penélope Cruz (hispana), Denzel Washington, Forest Whitaker, y Jennifer Hudson (la negrita que ganó el premio a la actriz de reparto el pasado año y que… ¿qué ha hecho desde entonces?), todas las grandes candidatas tuvieron su “regalito” de compensación (“Pozos de Ambición” al actor y a la fotografía, “Expiación” a la BSO, “Michael Clayton” a la actriz de reparto, “Juno” al guión...) y la Disney volvió a pillar cacho.
He de confesar que, durante toda la ceremonia, tuve la peregrina esperanza de que “Juno” se llevara el premio a la mejor película, como traca final, como compensación por seguir pegado a la tv viendo lo que ya sabía, como compensación por no habérselo entregado a Ellen Page... Pero los académicos ya habían optado por premiar “el mal menor” y los Coen recogieron su tercera estatuilla de la noche. En fin, una ceremonia olvidable con un premio que caerá en el olvido al igual que ocurrió con “Una mente maravillosa” y “Paseando a miss Daisy” (y me quedo aquí por no polemizar)
En resumidas cuentas: Todas las chicas muy guapas (la excepción de este año: Diablo Cody, la stripper guionista de “Juno” con ese traje, con esa pinta), y los chicos muy elegantes (aunque muchos no viesen un peine esa mañana) El presentador políticamente correcto (al menos para los americanos, que entendían su humor), y la ceremonia bastante corta (apenas tres horas y media)

Desde hace casi unos 20 años sigo de forma más o menos fiel esta ceremonia (creo que en tres ocasiones no me fue posible verla u oírla) y, si mi mente no me falla, desde el primer acercamiento a los premios (con “Rainman”, Dustin Hoffman, la incertidumbre de si sería Jodie Foster o Sigourney Weaver quien se llevaría el de actriz…) ésta ha sido la ceremonia más tediosa que he visto. Hasta ahora los fallos a achacar habían sido algún “cajonaso”, la excesiva duración algún que otro año… pero, aburrida y tediosa… sólo en esta ocasión.

Habrá quienes, tras leer todo lo escrito, me recuerden lo que escribí contra los Goya, porque este año hemos tenido la sorpresa de “La Soledad” y al Corbacho de presentador (con su humor de morancos catalán). Pero como diría Alejandro Sanz “no es lo mismo”: se empeñan en imitar una entrega de premios copiando únicamente lo más aburrido, dejando de lado la puesta en escena, la espectacularidad de las coreografías y de las canciones. Y es que, más que mirar a los Oscars deberían de fijarse en sus paisanos los Max de teatro, unos premios con personalidad en los que busca (y se logra) plasmar la magia de las tablas en cuidadas puestas en escenas, en lugar de las fiestas Margaret Astor.

sábado, 23 de febrero de 2008

EL OJO DE SOLBES

Hace unos día pudimos asistir al debate que mantuvieron los responsables del área económica de los dos principales partidos que optan a la victoria en las próximas elecciones generales. Pasando muy por encima del contenido en sí, el debate no fue tal, en tanto en cuanto prescindió de sus elementos básicos definitorios: contienda, lucha y controversia. Todo allí apuntaba a un inmaculado encuentro marcadamente aséptico, con dos señores de pie orquestados por incómodos relojes consumidores de palabras, enmarcados en un entorno de sospechosa blancura; tecnócratas que, moviéndose entre reglas estrictamente televisivas, eran moderados por un impío repartidor de turnos. Todo ha cambiado.
Lo que a mi verdaderamente me ha llamado la atención es el enorme fallo cometido por el PP: enfrentarse en un debate a un tuerto. Más allá de la inflación interanual y las tasas de paro, uno no podía apartar la mirada -terrible ironía- del ojo de Solbes. Ese párpado tan tragicamente cerrado era inspirador de una lástima infinita para los que lo veíamos desde fuera; pero ese mismo párpado, tan certeramente cerrado, fue un arma intimidatoria para Pizarro, al que seguramente nunca debió abandonar la incómoda sensación de tener que rebatir ideas y datos a alguien que te encara con un plañidero guiño perpetuo. Ese ojo seguramente nos enterneció el voto; ese ojo posiblemente ha puesto una mancha en lo que se suponía el inicio de una brillante carrera política; ese ojo, de tan cerrado como estaba, se bastó para confundir y hundir en el paroxismo a un ex-preidente de la CNVM, la CECA y Endesa. Como dice un gran amigo mío, ese día a Pizarro lo miró un tuerto.

Eurovision 2008

Este año Eurovisión va a romper moldes. Por lo menos aquí en España. Ya lo esta haciendo y todavía no ha empezado, y todo por la forma de elegir la canción que nos represente.
Este año, después de ver como todos los años elegimos una canción y no quedamos entre los 5 primeros se ha optado porque seamos los españolitos de a pie los que elijamos quien nos va a representar. De hecho nos dan la posibilidad, o no la han dado de que enviásemos nosotros nuestra canción y ahí ha estado el problema. ¿Cómo somos capaces de enviar tales canciones? ¿Cómo somos capaces de votar tales canciones? Si nos vamos a la página del concurso y vemos las puntuaciones resulta que la primera de las canciones que se presentaron y con una gran cantidad de puntos de distancia va la canción del personaje humorístico de Buenafuente, programa de la sexta. Se imaginan concursando en Eurovisión, que imagen da de los españoles…



Pero claro, es que desde que ganamos el concurso, ha llovido y eso que la sequía se esta notando (anteayer la máxima 22 grados en Orense en pleno febrero y sin llover) hemos llevado cantantes de todo tipo y nos hemos venido como nos fuimos… Esos grandes cantantes como

I love you, mi vida (D'Nash) 2007



Un Blodymary (Las Ketchup) 2006



Son de sol (Brujeria) 2005




Y es que con canciones así que ibamos a hacer, comernos un ... y es que hay de esas canciones como el lalala de Massiel en el 68 o el vivo cantando de Salome que gano el año siguiente(cuadruple empate en el 1er puesto). Eso eran canciones, ese era el nivel español, ganando 2 años consecutivos, pero luego, nos echamos a dormir.

La la la (Massiel) 1968



Vivo Cantando (Salome) 1969



Ahora, si llegamos a llevar el mi carro de Manolo Escobar nos llevamos eurovision de calle. Asi que, porque no llevarnos a gente como esta en el 2008, total, si es todo politica (como se suele decir).



Segun lo visto en el top 10, porque no llevar el "Baile del chiki chiki", al menos reirnos en Eurovisión nos ibamos a reir.
Bueno, si quereis aquí os dejo la página para que voteis a quien quereis que nos represente.
www.myspace.com/eurovision2008

miércoles, 20 de febrero de 2008

CLÁSICOS PARA ADOLESCENTES


Me sorprendí rebuscando en la videoteca (o deuvedeteca?) en busca de algún producto interesante, o mínimamente interesante) y que pudiera ver con el resto de la familia (labor ardua y difícil teniendo en cuenta lo que llega hoy día a nuestros videoclubs ¿o deuvedeclubs?) Buscando y rebuscando me decidí por “Disturbia”: la supuesta confirmación de cara a la taquilla de Shia LaBeouf tras “Transformers” y antes de sus aventuras con Indy (curiosamente la gente está más preocupada de la posibilidad de que sea hijo del arqueólogo que por el argumento, Y es que ese título... me inquieta, y mucho. En un próximo post hablaremos de títulos feos del cine actual) Bueno, ¿por dónde iba?

Vestida a modo de “La ventana indiscreta” para adolescentes, la película supone una acertada vuelta de tuerca al clásico de Hitchcock. Si bien pierde la originalidad de la primera (obviamente), no deja de ser una buena actualización en la que ha optado por centrarse en otros aspectos de la trama (el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, ampliar la habitación a una casa…): no apuesta por el “morbo voyeur” del tito Alfred (y que tanto gustó a plagiadores como Brian de Palma), pero sabe jugar bien las cartas de las que dispone y hacer que, descafeinado y a gusto de los “teens” del siglo XXI, el maestro esté más de actualidad que nunca.

Si a los bebés se les da la comida en papilla, y ésta mezclada en yogurt para que coman, aquí tito Spielberg y D.J. Caruso hacen lo mismo con el buen cine a espera que los jovencitos se hagan mayores para degustar y deleitarse con clásicos como “Vértigo”.

Versionar y readaptar clásicos, un curioso y polémico tema: ¿para qué volver a rodar algo igual que el clásico que ya está hecho? Y hablo de esa “Psicosis” de Gust Van Sant rodado plano a plano al igual que el original, o “Sabrina y sus amores” (la de Harrison Ford)

Si se va a recrear, re-creemos, dejemos vivo el recuerdo de los clásicos y realicemos películas interesantes y actractivas para que las nuevas generaciones se acerquen a ellos y no contemplen malas imitaciones.

LA DEL ANUNCIO DE COCACOLA

“No es país para viejos”, ni película para viejos, ni para jóvenes, ni adolescentes, ni para niños, ni para él, ni para ella, ni para enamorados, casados, desencantados, altos, bajos…
Nos encontramos ante la última película de los hermanos Coen. Un nuevo desencuentro entre la crítica, los espectadores intelectuales y el resto del público.
No obstante, aunque la película es bastante flojilla, Joel y Ethan vuelven a demostrar una vez más que son expertos en el diseño y planteamiento de personajes, esta vez representado por Anton Chigurh: un asesino a suelto perfectamente elaborado por un Bardem en estado de gracia que recrea uno de los mejores asesinos de los últimos años: después de asistir a una década de psicópatas sobreactuados de infancia traumática, nuestro paisano nos plantea una sobria interpretación de un hombre que le mata (y nada de motivos sexuales ni patrones bíblicos), simplemente mata.
Desde el inicio de su carrera, los Coen, nos vienen planteando una de las más interesantes galerías de freaks del cine que abarca desde el ladrón de poca monta en busca de un hijo (Nicolas Cage en “Arizona Baby”), un guionista en el infierno (John Turturro en “Barton Fink”), una aparentemente ingenua sheriff embarazada (Frances McDormand en “Fargo”), la cuadrilla de “Ladykillers” (y no sólo Tom Hanks, recordemos a “montañesa”, “el general”…), los tres fugitivos de “Oh! Brother”, pasando por el John Goodman de “El gran Lebowsky” (bueno, aquí toda la parroquia de la bolera es bastante curiosa) hasta, como no, a “El Nota”.

Nada de ir a ver “una de los Coen”, a partir de ahora, ver “el nuevo (personaje) de los Coen”.
Ah! Lo dicho: Bardem muy biem y Tommy Lee Jones nacido para ese sombrero, por cierto, ¿Quién es el protagonista de la película? ¿Por qué no se ha nominado a Bardem como protagonista si él lleva el peso (e incluso, el interés) de la misma… y es él quien sale en el poster?

Curioso que en las dos favoritas a los Oscars, las mujeres no pinten una mierda. Esto pasa en España y cualquiera oye a las “feminicidas” del Instituto de la mujer.

lunes, 18 de febrero de 2008

POZOS...DE KUBRICK

(NOTA: Este post se autodestruirá en unos días)
Esa primera media hora sin apenas diálogo, traduciendo visualmente la fundación mítica del negocio del petróleo en Norteamérica; esa mano alzada cubierta de crudo; esos primeros planos fijos; esa esquizofrénica y a veces incomprensible involución espiritual del protagonista; esa banda sonora tan peculiar; esa escena en la playa; esa atmósfera en la mansión del final; esos zooms inversos... ¿Dónde los he visto antes?. Sí, Kubrick resucitó. A ratitos, pero resucitó, que no es poco. Decía Borges que el plagio es lícito si va seguido del asesinato. Desde luego, Paul Thomas Anderson, no “asesina” a Kubrick, pero llega a poner las manos en sus tobillos, y eso son palabras mayores. Además, creo que el “plagio” es más tolerable en el cine que en la literatura. ¿La película? Creo que el metraje la hace descender de obra maestra a buena película; Daniel Day-Lewis la eleva de buena película a gran película, y ahí se me queda definitivamente. Esos metrajes son bien digeridos en películas de corte épico; las dramáticas sufren más los excesos, porque la intensidad necesaria en este género termina diluyéndose.
Respecto a sus posibilidades en los Oscars de este año, voto por ella. Al fin y al cabo, regalarnos de nuevo esencias del maestro...bien merece un Oscar su director. Aunque seguramente los Coen serán premiados por su pestiñazo (hasta el título es horroroso). Acaso no sepa el Monstruo de las Galletas, amante de las estadísticas cinematográficas, que los Coen forman parte del selecto club de personas que han logrado cuatro candidaturas a los Oscars en diferentes categorías a lo largo de su trayectoria; completan la lista fulanos de la talla de Walt Disney, Stanley Kubrick, Warren Beatty y Kenneth Branagh. Esto pasa en los Oscars muy a menudo: premiar obras menores para compensar “descuidos” pasados; así, afrenta reparada y a otra cosa.

¡¡ME VOY A BEBER TU BATIDO!!

La última de las grandes nominadas a los Oscar de este año ya se encuentra en nuestras pantallas. Las cartas se encuentran sobre la mesa, hagan juego señores.
Con independencia del criterio seguido a la hora de traducir el título (el original es “Habrá sangre”. Curioso ver que se conserva “No es país para viejos” y que en esta el traductor se tomó la licencia de bautizarla “Pozos de ambición”) hay cosillas que comentar sobre lo que la crítica llama "la obra maestra de Paul Thomas Anderson", una de las favoritas en la carrera de los Oscars.

La primera sensación al salir de la sala fue lo triste de la ceremonia de este año: ninguna de las candidatas ha tenido una buena carrera en taquilla, prácticamente han pasado desapercibidas por nuestras salas. Quizás ésta y la de los hermanos Coen por el tirón de las nominaciones (y por ver a Bardem, claro) Sólo la categoría al mejor protagonista tiene su interés con cinco grandes actuaciones y actores: George Clooney, Tommy Lee Jones, Viggo Mortensen, Johnny Depp (de cuya actuación ya he hablado post atrás) y Daniel Day–Lewis, protagonista de la cinta que nos ocupa.
¿Protagonista? Al igual que el resto de filmes nominados, “Pozos de ambición” no es más que la interpretación del actor, que el personaje principal alrededor del cual gira todo la historia. Una historia, por cierto, pelín larga.

Y es que, la principal pega de la película es su extensión. Unas dos horas cuarenta minutos a los que se puede meter tranquilamente la tijera y quitar media hora de metraje sin que la película se resienta. ¿Qué les pasa a los directores que, cuando pretenden hacer una gran película, la hacen de gran extensión? ¿Nadie les ha hablado de la diferencia entre cantidad y calidad? Y es que, el amigo Anderson, vuelve a cometer el mismo pecado que cometió en películas como “Punch-drunk love”: interminaaaaaaaables tooooooomas que no hacen mássssssss que decelerarrrr el ritmo de la histoooooooooria.
Daniel Day–Lewis, impecable. Construye (es sabido que prepara sus papeles durante dos años) un personaje egocéntrico y ególatra, en ocasiones muy cercano al carnicero de “Gansters de Nueva York", que mantiene la película hasta el punto de tapar y eclipsar deficiencias y problemas de la película (momentos en los que decae el interés de la trama, planos interminables...) El resto del casting (su hijo, hermano, el iluminado…) no son más que figurantes que lucen en tanto él les deja.
Y el resto de la pelicula, bueno… Digamos que si vas a un multicines y no te motiva ver la interpretación de Daniel Day–Lewis, pide entrada para otra sala.

domingo, 17 de febrero de 2008

VUELVE EL HÉROE


Vuelve el héroe.

Sí, señoras y señores, vuelve el hombre. Tras más de diez años llorando su ausencia, más de diez años sin actores lo suficientemente valientes como para tomar el testigo del cine de acción, hemos visto de refilón su silueta.

Estos años hemos tenido que conformarnos con héroes de papel-cartón que con la excusa de "temer encasillarse" apenas han consentido en adentrarse en el múndo mágico para el cual están hechas a medida las salas de cine: la épica, la AVENTURA (aventura con mayúsculas).

A falta de caviar nos hemos conformado con comida rápida (a veces comida basura), productos de segunda categoría, subproductos (cine de serie B con buenos F/X) presentados como grandes proyectos y que nos han provocado aún más apetito.

Ni misiones imposibles, momias ni búsquedas de tesoros nacionales; ni Tom Cruise, Brendan Fraser, Will Smith ni Nicolas Cage. Sabemos qué queremos y a quién queremos.

Y eso, sólo tres hombres pueden ofrecérnoslo.


"Esteven"... perdónalo tito Spielberg, no sabe lo que hace

JOHNNY DEPP. Retrospecter


Tiene una de las mejores carreras de la actualidad, y no sólo en comparación con los actores de su generación, ni siquiera con las nuevas estrellas del cine, sino con los profesionales que hoy día buscan y rebuscan papeles mínimamente dignos para ganar el favor del público.
Aunque todos le veneran desde su genial interpretación de Jack Sparrow (perdón, del CAPITÁN Jack Sparrow), lo cierto es que Johnny Deep, a espaldas del público palomitero que viene invadiendo las salas de cine y que se enorgullece de "haberlo descubierto", tiene una de las mejores trayectorias profesionales de los últimos años. Y es que, que la taquilla se enamorase de él, era cosa de tiempo.

Rebobinemos la cinta... aunque en los ochenta ya coqueteaba con el cine (fue una de las primeras víctimas de Freddy Krueger en "Pesadilla en Elm Street", apareció en "Platoon" de Oliver Stone) y la tv (durante cinco años protagonizó la serie "jóvenes policías"), su carrera despegó en los noventa compañía de todo tipo de directores (John Waters, Kusturica, Lasse Hallstrom, Jim Jarmush, John Badham, Mike Newell, Terry Gilliam, Roman Polanski...) en papeles más cercanos al amor por la interpretación que al gusto por la taquilla.
Ha hecho prácticamente de todo y sólo hay que irse a su filmografía para comprobarlo. Ha confeccionado con una profesionalidad asombrosa papeles que por sí solos han sostenido una película (como su papel de Don Juan melancólico en "Don Juan deMarco"), en pequeñas joyas del cine (hermano de un Leonardo di Caprio autista en "¿A quién ama Gilbert Grape?")e incluso papeles secundarios interesantes en películas tan olvidables como "The Mexican" (la tercera parte de el mariachi) o tan asombrosas como "Chocolat". Y es que, sólo él ha sabido hacer de los excesos auténticas obras maestras de la interpretación ("Miedo y Asco en las Vegas" y la trilogía del Caribe son dos, o cuatro, claros ejemplos)

Párrafo aparte merece sus seis colaboraciones con Tim Burton (a quien dedicaré un próximo post, vaya ya escribo en plan "Iker Jiménez"), en las que se han exprimido mútuamente regalándonos "Eduardo Manostijeras", "Ed Wood", "Sleepy Hollow", "Charlie y la fábrica de Chocolate", "La Novia Cadáver" (aquí hay que acudir a la versión original para oirle) y "Sweeney Todd" .

"Sweeney Todd" ¿Qué decir de una actuación como esa? Pocos actores, pocos, muy pocos, (dudaría que nos pudiésemos encontrar con alguno) podría representar tanta intensidad dramática, cargar con los fantasmas y demonios personales del protagonista como él ha hecho. Ha confeccionado uno de los personajes más oscuros que recuerdo, en el que lo cómico, lo tenebroso, lo patético y lo melancólico se encuentran mezclados (pero no agitados) en su justa medida. Realmente genial. Y, encima, canta. Canta uno de los musicales más difíciles que he visto y escuchado. Chapó mr.Depp
No sé si a la tercera irá a la vencida y si, tras las nominaciones de Sparrow (la academia sólo lo nominó por la primera) y de Barrie, este será su año. No sé si la crítica se decidirá por él o por Daniel Day-Lewis, al que tienen que resarcir al no dárselo por su actuación en "Gansters de Nueva York" (se lo dieron a Adrien Brody por el "El Pianista")
Sólo sé que en esta película ha hecho la interpretación de su vida.
Gracias Johnny

jueves, 7 de febrero de 2008

JUNO


No sé hasta qué punto este post puede responder a la solicitud de j.a. de escribir un post feliz, pero, ante la sugerencia de un componente del blog de escribir sobre una película que me haya entusiasmado, aquí va mi opinión.

Todos los años, nos llega desde el extranjero una película de esas que no sabes qué esperar: acudes al cine movido más por la curiosidad que por las referencias, y cuando se apagan las luces de la sala sientes la misma sensación que cuando abres un regalo: no sabes si te va a gustar o no, pero tienes ganas de ver qué es.
Este tipo de situaciones no suelen ser muy comunes hoy día, a veces incluso dudo que se den realmente, pero, cuando estás contemplando la película, cuando te encuentras inmerso en ella, todo lo demás (la duración, el final, la ausencia de palomitas…) carece de sentido. Resulta extraño estar disfrutando con una película que, prácticamente, desconoces.
No son clásicos, ni maravillas del cine, ni siquiera hicieron buena taquilla. Algunas incluso son difíciles de encontrar en el videoclub. Hablo de películas como “Pleasantville”, “Beautiful Girls”, “Amelie", “Big Fish”, “Pequeña Miss Sunshine”…

Este año, disfrazada de 4 nominaciones a los oscars, ha llegado a los cines un título más a añadir a la lista anterior. No es una gran producción, no es un prodigio técnico, no tiene estrellas (si pasamos la mano, Jennifer Garner, y aparece en un papel secundario), su director no es muy conocido (es el hijo del director de "Los Cazafantasmas"), y encima, la historia es muy sencilla (guardando muchas semejanzas con los clásicos de los fines de semana al medio día de Antena 3) Y dejemos aparte que la guionista era una stripper.
Pero…
…hay química. Lo modesto de su producción atrae, su sencillez narrativa gusta, la película engancha. Perdón, ¿He dicho la película? Al igual que el título es el nombre de la protagonista, la película es ella. Todo se reduce a ella. Lo que se cuenta, sucede, el resto de personajes, las situaciones, TODO, gira en torno a ella, uno de los personajes más carismáticos de los últimos años (si fuera un crítico de renombre, entre “últimos” y “años” hubiera escrito un “10”. O incluso un “20”)
La protagonista está encarnada por Ellen Page, quien ya me sorprendió hace dos años con una más que sólida interpretación de moderna caperucita en “Hard Candy” (hay que verla) y que pasó desapercibida en la tercera entrega de “X-Men”. A sus 21 años toma las riendas de la película, en la que se merienda al resto del reparto, y confecciona con una pasmosa naturalidad un personaje que parece hecho a su medida.
...y te sorprendes saliendo del cine con una pequeña sonrisa, la misma que me parece tener ahora mientras escribo y lo recuerdo, al saber que lo que has visto (esta vez sí) te ha gustado.

lunes, 4 de febrero de 2008

LOS PREMIOS CON RIMA


Anoche tuvo lugar la "noche más grande del cine español", los premios de la academia del cine patrio, una nueva oportunidad de volver a escuchar por enésima vez lo mismo:

"qué buenos somos los cineastas españoles, qué peliculones hacemos. Qué malos sois los espectadores que no queréis verlas"

Una gala de cuatro amiguetes para mirarse el ombligo, en la que se proclama en voz alta la personalidad y excelencias de nuestro cine... clonando a modo chusquero estructura de las galas de los oscars.

Con independencia de la labor del presentador (un Corbacho pagado de sí mismo, aunque ¿cuándo no lo está?), sólo quisiera dejar caer un par de cosillas para la reflexión.

- ¿Cómo se puede seguir el juego a una academia que desprecia a los cortos, la cuna de los futuros profesionales? Sobre todo, teniendo en cuenta el prestigio y la valoración que a nivel internacional, en los festivales (e incluso en los oscars) tiene lo que en este terreno se hace en nuestro país.

- ¿Qué criterio se puede seguir para premiar una película cuyo guión NI SIQUIERA estaba nominado?

Aunque, la verdad, es que poco se puede exigir de un sector que carece de industria, de impulsores, y que se limita a poner la mano al estado en busca de subvenciones sin arriesgar lo más mínimo, haciendo un cine "para sí mismo" y exigiendo que los que nos dejamos un buen pico en la taquilla tengamos que llenarles de dinero la otra mano.

Pero, ¿qué se puede esperar de una academia que es prima hermana de la SGAE?

domingo, 3 de febrero de 2008

MONSTRUOSO, en serio, monstruoso

Todo podría haber quedado en un pequeño guiño para internautas, pero no, “1-18-08” (ver video más abajo) se hizo realidad en la forma de cloverfield (para los españolitos, “Monstruoso”)
Monstruosamente mala, es un ejemplo más (y van…) de que el cine como séptimo arte ha muerto, que el cine entendido como espectáculo carece de ofertas interesantes, que el cine como entretenimiento está de vacaciones. Y es que, lo único salvable de la película es el trailer que ha ido circulando por internet estos últimos meses.
Siguiendo la estela de la bruja de Blair la película se nos presenta como un documento recuperado después del “caso cloverfield” en el que un cámara con principio de parkinson graba todo lo que sucede. Y al igual que en esta, podemos asistir a una serie de chorradas iniciales intrascendentes de los protagonistas, a una sucesión de gritos, carreras y llantos durante casi todo el metraje y a un final que sólo te hace pensar en el dinero que te has dejado en la taquilla.
Durante toda la película tienes una extraña sensación de “deja vû” que incomoda; situaciones tan arquetípicas, tan predecibles, que por unos momentos dudas si lo que verdaderamente estás viendo no es más que un refrito de godzilla.
La cámara. Parece que los directores que se dedican a hacer películas “cámara en mano” no ven sus engendros una vez acabados. Se asiste a una mareante sucesión de tomas absurdas que, además de incomodar y provocar el tedio en el público, les lleva a hacerse preguntas del tipo “¿no se acaba la batería?” o “¿no se rompe ni estropea la cámara con estas caídas?”… que distraen y distancian mucho de la historia. Ya ocurrió en “El proyecto de la bruja de Blair”, en “Rec” y esto no es más que la confirmación: ¿¿qué coño tiene que pasar en la historia para que el tipo suelte la cámara y salga corriendo??
Pero no todo es malo (y no quiero ser cruel y hacer alusión a los 85 minutos de duración), hay dos cosas destacables en la película: la primera… es prácticamente lo que sale en el trailer, y la segunda es la incertidumbre que deja el no llegar a ver nunca al bicho en condiciones (sólo alguna extremidad, alguna toma mínima sobre una parte del cuerpo), una intriga que se mantiene hasta el final. Lástima que lo único medio interesante también lo estropeen.
Agradezcamos al señor J.J.Abrams su aportación al mundo del cine.

El trailer del engendro:

MORTADELA CON PAN

Desde mi posición en la lista de numerosos miembros de la generación “mortadelo”, esa que ha crecido empapándose de los tebeos (que no comics) de la editorial bruguera y de ediciones B (y desde el conocimiento que supone el haberlos leído y releído hasta casi gastarles el color), y el haber visto y revisto los intentos de llevarlos a la pequeña y gran pantalla (desde los festivales de los años 70 de los Estudios Vara, “El armario del tiempo”(1971), y la serie de tv para Antena3 (1994), hasta la penúltima versión dirigida por Javier Fesser en 2003 “La gran aventura de Mortadelo y Filemón”), me encaminé uno de estos sábados apáticos al cine a ver la última de estos personajes.
MORTADELO Y FILEMÓN: Misión salvar la Tierra
Un nuevo intento (sí, intento) de llevar al cine aquello que ni los dibujos animados consiguen captar. Y es que… esta película parece alejarse aún más del universo Ibáñez de lo que supuso la primera entrega.
La primera, si bien supuso un refrescante reflejo de los personajes (prácticamente calcados, sobre todo el superintendente), un constante número de guiños (veánse los inventos del profesor Bacterio o esa adaptación patria de “El Tirano”) y unos cameos geniales (como Rompetechos ¡¡impresionante!! o el bloque del 13 Rue del Percebe) típicos de un fan de la serie, la historia se resentía (una sucesión de guiños, golpes y gags, pero carente de una estructura fuerte que la respaldase)
No obstante, el espíritu de esas historietas estaba ahí captado y reflejado.
Esta segunda, si bien parte supliendo algunas carencias de la primera entrega (como, por ejemplo, una trama a desarrollar desde la primera “viñeta”), adopta muchos recursos y guiños de los tebeos (esa forma de introducir el título, el bocadillo de Bacterio, el perro listillo o, incluso el final) y, en esta sí, Mortadelo se disfraza cada 2x3, aquí se olvida de “mimar” el plato fuerte de la primera: los personajes.
Y no me estoy refiriendo a la apuesta por Edu Soto como Mortadelo, sino a la personalidad y caracteres de los mismos. El tratamiento que se les ha dado es excesivamente cómico, tanto, que, a veces resultan incluso ridículos (por ejemplo, Ofelia y la evolución de su personaje), la aparición de Rompetechos es forzada y carece de la frescura de la primera entrega, y, lo más grave, la pareja protagonista carece de la “química” y de la “chispa” de la primera.
El personaje de Filemón es más cómico que en la primera, y a Mortadelo, por primera vez, se le ve ridículamente vestido (hay que agradecer que se disfrace continuamente) Benito Pocino… ¡no sabes cuánto te echamos de menos!!
Segundo intento… agua. Tendremos que acudir a los tebeos en busca de consuelo.

CINE COMPROMETIDO. El Valle de Elah


Lo primero que recuerdo es la estampa de Sally Field en “No sin mi hija” (1991), esa sensación de injusticia que empapaba la película y que te daba que pensar al acabar de verla.
Después vinieron películas en las que te sorprendías hablando en la salida del cine sobre encarcelamientos injustos, penas de muerte, violencia de género… El cine social de Ken Loach, los problemas de la clase obrera de los “Full Monty” y “Billy Elliot”…
Y es que, al ir al cine en los 90 era deporte de riesgo, daban igual los actores o el director. Cuando menos te lo esperabas, caía una de “moralina”. Te metías a ver una de Spielberg y salías hablando de nazis o de esclavitud, una de Harrison Ford y te caía una sobre el Ira. El Ira… ¿cuántas, a lo tonto, nos habremos tragado sobre ese tema?
Con el 11 de septiembre todo cambió: ¿qué importan las injusticias sociales frente a la fragilidad de una nación? Y los focos pasaron a apuntar a las figuras de los “nuevos héroes”, los policías, bomberos y militares anónimos que se movilizaron (unos a ayudar a víctimas anónimas, otros a combatir a amenazas fantasmas) De esta manera, la épica del cine militar se llenó de filosofía, de soldados que se cuestionaban su papel y el sentido de las intervenciones militares (Kubrick, ¿dónde estás cuando se te necesita?)
El origen del mal ya tenía nombre: George Bush.
Del renacimiento de este nuevo cine antibelicista al actual cine comprometido–político no se ha tardado mucho. “Jarhead”, “Redacted”, “Leones por corderos”… Ahora, el deporte de moda es el afán intelectualista por proclamar lo mal que le va a los Estados Unidos por culpa de su gestión política. La forma de tratar el tema ya depende del cineasta de turno: uno opta por matar a Bush (“Muerte de un presidente”), Robert Redford le pone al mal la cara de Tom Cruise (“Leones por corderos”)…

Y en este contexto me metí en el cine a ver “El valle de Elah” en busca de una nueva dosis de cine político (los actores Tommy Lee Jones y Susan Sarandon son de los “comprometidos”, y el director Paul Haggis es uno de los más “cañeros”). ¿Y con qué me encuentro? 115 minutos de película y 5 minutos de política.
Olvidad a los puretas progres que os hablen de la película: si se suprimen los 5 últimos minutos de película y cambiamos a Tommy Lee Jones por…. Jane Seymour, tenemos una película de antena3 los domingos a las seis de la tarde: una mujer que investiga con una policía la extraña desaparición de su hijo militar al llegar de una misión en Afganistán.
Los 5 minutos políticos… nada nuevo: que los EEUU van muy mal. Vaya Paul Haggis, ¿me lo dices o me lo cuentas? Como si fuera nuevo… para los que os observamos desde fuera de vuestro ombligo. Michael Moore lleva tiempo comentándolo y siendo acosado por eso, a ver si crees que nos va a conmover lo último que se te ha ocurrido desde tu reconfortante sillón en tu despacho.
Y es que, ahora, al salir del cine, no hay discusiones ni conversaciones sobre lo visto. La moraleja hace tiempo que la sabemos.

VUELVE EL MONSTRUO


Esto es una mierda.

Se acabaron las tonterías.


A partir de ahora, comenzaré a hablar de las películas que veo y que merecen ser comentadas. Tanto en casa como en el cine.

Procuraré no destripar el argumento ni la historia y ser lo más objetivo posible para que, quien quiera ver algo en el cine sepa a qué atenerse y no tirar el dinero en porquerías y bazofias.

Hablaré también de cine en dvd (para los incondicionales del videoclub o de las descargas), clásico (por si a alguien le apetece enfrentarse al pasado) y friki (para hacer honor a mi fama)


Eso es lo que hay


Besos