viernes, 19 de septiembre de 2008

CUIDADO CON ZOHAN


Adam Sandler. Curioso personaje. Cuesta creer que hoy día, en cuestión de comedias, mi madre y yo coincidamos de forma tan rotunda en un tipo de películas.
Y es que, sin ser comedias familiares, sin pretender buscar la risa fácil ni el humor para minorías selectas, las películas de este actor han conseguido hacerse un hueco dentro de las preferencias del gran público.
Hablo de “50 primeras citas”, “Ejecutivo agresivo”; “Mr.Deeds”, “Un papá genial”, “Os declaro marido y marido”… claros ejemplos de comedias cuya única intención es hacer pasar un buen rato (y lo cumplen) Sin duda, Adam Sandler es el “actor del buen rollito”

Pero heme aquí en una encrucijada. Dispuesto a pasar un buen rato me dispuse a ver “Zohan: licencia para peinar” y… ¡plof! Me encontré ante una estúpida comedia americana del montón.
Ya me olí lo peor cuando la crítica encumbró la película (“la mejor comedia del actor” ) pero ni los peores augurios me hicieron sospechar de que me iba a encontrar con la más floja, sosa, estúpida y absurda supuesta comedia que había visto en muuucho tiempo (y eso que días antes sufrí “Días de cine”, ese atentado contra el espectador perpetrado por el equipo de “Días de fútbol”)

Como siempre, se vuelve a rodear de sus coleguillas y habituales: Rob Schneider (Gigoló), John Turturro (él solo merece un post), John McEnroe (sí, el tenista)… tenemos algún que otro cameo (Mariah Carey más ridícula que nunca), una curiosa selección musical de lo más variopinta y la búsqueda del “buen rollito” típica de estas películas.
Pero… ¿Quién es el culpable de tan titánico despropósito? No es por señalar pero, cuando en los créditos finales comprobé que entre los guionistas estaba Judd Apatow… todo se aclaró.
Para los no iniciados, Judd Apatow es el nuevo “niño mimado” de Hollywood (la taquilla americana lo demuestra), responsable (bien como guionista, bien como productor) de “Supersalidos” (esa tontería que pretende emular el espíritu de Porkys y los albóndigas), “Lío embarazoso” (aquella en la que una chavala bastante guapa se queda embarazada de un friki), “Virgen a los 40” (donde lo único destacable es la escena en la que le hacen la cera en el pecho al protagonista)… Un prenda, vamos.
Esperemos que en su nueva película (“Bedtime Stories”, como el disco de Madonna) vuelva por la senda que abandonó con esta última.
Mientras, merece la pena recordar momentos como la versión de "Space Oddity" de David Bowie:

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